Apenas unas horas después de la espectacular presentación de la temporada 2025 de Fórmula 1 en Londres, Ferrari llevó a la pista su nueva arma: el SF-25. En un evento con tintes de show televisivo, con música en vivo y un escenario lleno de luces psicodélicas, Liberty Media presentó oficialmente la campaña que arrancará el 16 de marzo en Australia. Sin embargo, la verdadera noticia llegó al día siguiente, cuando Hamilton y Charles Leclerc volaron de inmediato a Italia para ver en acción el monoplaza con el que la escudería aspira a romper una sequía de títulos que se extiende desde 2007, cuando Kimi Räikkönen se coronó campeón en medio de la histórica batalla interna de McLaren entre Hamilton y Fernando Alonso.
El SF-25, que debutó en el circuito de Fiorano, presenta varias novedades. La franja blanca en el capó motor resalta el logotipo del nuevo patrocinador principal, HP, y desaparecen los detalles en amarillo que se introdujeron en los últimos años. Pero más allá del diseño, la revolución es técnica: el monoplaza ha sido modificado en un 99%, según Loïc Serra, director técnico del chasis. Entre los cambios más importantes están las suspensiones delanteras, clave para mejorar la capacidad del coche de calentar los neumáticos rápidamente, una ventaja fundamental en clasificación y en condiciones de baja temperatura.
Primeros kilómetros antes de Bahréin
Antes de los test oficiales de pretemporada en Bahréin (26-28 de febrero), Ferrari aprovechó la jornada de filmación permitida por la FIA, en la que los equipos pueden rodar hasta 200 kilómetros con fines publicitarios y de recopilación de datos iniciales. Leclerc fue el primero en salir a pista, mientras que se espera que Hamilton haga lo propio más tarde.
El británico ya tuvo la oportunidad de entrenarse en Fiorano y Montmeló con modelos de 2022 y 2023, un primer paso para adaptarse a la metodología de trabajo de la escudería italiana tras su salida de Mercedes, donde permaneció doce temporadas y ganó seis títulos entre 2014 y 2020. Su fichaje por Ferrari, con 40 años recién cumplidos, es un movimiento arriesgado, pero con el potencial de ser un golpe maestro. Si logra llevar a la Scuderia de vuelta a la cima, su legado en la F1 alcanzaría una nueva dimensión.
El desafío de Ferrari y la reinvención de Hamilton
Hamilton no solo se enfrenta a un nuevo equipo, sino también a la compleja estructura política de Ferrari, una escudería conocida por sus luchas internas y su constante presión mediática. Sin embargo, lejos de verlo como un problema, el británico considera que este desafío puede ser el impulso que necesita para recuperar su mejor versión.
Mientras se adapta a su nueva vida en Italia, ha retomado viejas costumbres, como trabajar nuevamente con Angela Cullen, su antigua fisioterapeuta. También ha buscado estabilidad fuera de las pistas, adquiriendo una exclusiva residencia en Milán, según Corriere della Sera. Curiosamente, su nueva casa está a 190 kilómetros de Maranello, lo que implica un trayecto de dos horas… aunque, conociendo a Hamilton, es probable que la mayoría de sus desplazamientos sean en helicóptero.
El siete veces campeón del mundo ya sorprendió en 2012 cuando dejó McLaren para unirse a Mercedes, una decisión que muchos criticaron en su momento pero que resultó ser clave para construir su dinastía en la F1. Ahora, con el cavallino rampante en el pecho, busca escribir un nuevo capítulo en su ya legendaria carrera.