Gracias a cinco cepas silvestres, un equipo de investigadores, bodegueros y enólogos ha logrado recuperar esta uva autóctona de Andalucía en Ronda, produciendo el primer vino monovarietal con ella en más de un siglo.
De gran tamaño, racimos compactos y frutos medianos con características vetas grises, la uva melonera fue descrita en 1807 por el botánico Simón de Rojas en su estudio sobre las variedades de vid en Andalucía. Sin embargo, la filoxera del siglo XIX devastó los viñedos europeos, llevando esta variedad casi a la desaparición. En 2006, la bodega rondeña La Melonera, junto con investigadores y la enóloga Ana de Castro, decidió emprender el desafío de rescatarla. Tras 18 años de esfuerzos, lograron en diciembre de 2024 embotellar el primer vino elaborado al 100 % con esta uva. Solo existen 360 botellas del histórico vino, pero el objetivo es consolidar la variedad y aumentar la producción en los próximos años.
El proyecto comenzó cuando cuatro socios combinaron el desarrollo inmobiliario con la vinicultura en una finca de 200 hectáreas en Ronda, un área con una rica tradición vinícola desde la llegada de los fenicios hace 2.500 años. En este entorno natural, La Melonera produce anualmente unas 75,000 botellas, además de coupages personalizados para los propietarios de pequeñas fincas dentro de la propiedad. Desde el inicio, la recuperación de variedades autóctonas fue uno de los pilares del proyecto, con la uva melonera como su principal objetivo.
Inspirados por el texto de Rojas, los investigadores localizaron una cepa viva en el Jardín Botánico de Madrid y buscaron más ejemplares en las riberas de Málaga y Granada, donde las condiciones arenosas protegían las cepas del ataque de la filoxera. Así, hallaron cinco cepas silvestres que fueron trasladadas al centro de investigación Rancho de la Merced en Jerez, donde comenzaron su reproducción. En 2022, tras años de análisis y trámites, la uva melonera fue reconocida oficialmente en España y Europa.
En 2024, se plantaron pequeñas parcelas en la finca de La Melonera, y las primeras botellas bajo la denominación de origen “Sierras de Málaga” salieron al mercado con el nombre Yo Solo. Este vino, fermentado en barrica abierta y criado durante 12 meses, destaca por su carácter sutil con aromas que evocan sandía. La exclusividad de este primer lote, con un precio de 80 euros por botella, ha despertado interés en restaurantes selectos de la región, como Albacara en Ronda.
Un renacimiento colectivo
Recuperar esta variedad no habría sido posible sin un trabajo en equipo. José Manuel Moreno, del Consejo Regulador de Málaga, elogia el esfuerzo colaborativo que ahora permite a más bodegueros trabajar con la uva melonera. Sin embargo, Elena Martínez, directora de La Melonera, señala que el reto sigue siendo la limitada disponibilidad de sarmientos.
La bodega no se limita solo al vino. También produce aceite de oliva local y ha iniciado proyectos como el cultivo de escaña en Cuevas del Becerro para elaborar pan artesanal destinado a catas. Además, trabajan con otras uvas autóctonas como tintilla de Rota, vijiriega y moscatel morisco, y cuidan algunas de las últimas hectáreas de romé, un tesoro de la Axarquía.
En La Melonera, los viñedos se encuentran protegidos por un encinar antiguo y abastecidos por manantiales naturales que aseguran su supervivencia. Entre sus otros vinos destacan La Encina del Inglés (blanco y tinto), Payoya Negra (tinto), y una versión de Yo Solo que combina melonera con tintilla y blasco. Próximamente, lanzarán nuevas creaciones, como un rosado de crianza y un vino naranja, ampliando así la oferta de pequeñas ediciones que celebran las variedades locales.
La uva melonera, casi olvidada, simboliza hoy la riqueza y diversidad del patrimonio vitivinícola andaluz, un renacer que promete marcar un antes y un después en la historia del vino de la región.