A partir del 30 de marzo, los días en España serán más largos, con amaneceres y atardeceres retrasados. La llegada del horario de verano está cada vez más cerca. En la madrugada del sábado 29 al domingo 30 de marzo, los relojes se adelantarán una hora, pasando de las 2:00 a las 3:00 (hora peninsular). Como consecuencia, esa noche se dormirá una hora menos, pero los días ganarán más luz en la tarde.
Este horario permanecerá vigente hasta octubre. Según el Boletín Oficial del Estado (BOE), el calendario de futuros cambios de hora está fijado hasta 2026, conforme al Real Decreto 236/2002, que establece que deben anunciarse con al menos cinco años de anticipación.
El debate sobre el cambio de hora sigue abierto. En una encuesta realizada por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) en 2023, dos de cada tres españoles se mostraron partidarios de eliminar la alternancia entre horario de invierno y de verano. Además, el 66% expresó su preferencia por mantener de manera permanente el horario de verano. Desde hace medio siglo, España ajusta sus relojes dos veces al año.
El motivo original del cambio horario se remonta a 1974, cuando se implementó con el objetivo de reducir el consumo energético y adaptar la jornada laboral a las horas de luz natural. Se partía de la idea de que, al aprovechar más horas de sol mientras las personas están despiertas, se reduciría el gasto en iluminación artificial. En 2002, una directiva europea reguló de manera oficial el sistema de cambio horario, estableciendo dos fechas fijas: el último domingo de octubre para la entrada del horario de invierno y el último domingo de marzo para el de verano.
Si te interesa conocer cómo afecta la elección del horario a la cantidad de luz solar en distintas regiones de España, aquí puedes ver una comparativa detallada.