El informe climático de 2024, publicado este lunes por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), confirma que fue un año marcado por temperaturas excepcionalmente altas y, por primera vez desde 2018, un carácter húmedo. A pesar de ello, la sequía persiste en cuatro regiones: Almería, Alicante, Murcia y Canarias. Este año, descrito como “extremadamente cálido”, es el tercero consecutivo con esa calificación.
A nivel global, 2024 rompió récords al ser el año más cálido registrado y el primero en superar en 1,5 grados el umbral de seguridad establecido en los Acuerdos de París. En España, aunque no fue el más extremo, se posiciona como el tercero más cálido desde que existen registros, con una temperatura media de 15°C, superada únicamente por los años 2022 y 2023. “2024 se lleva el bronce en esta carrera del calor”, afirmó Rubén del Campo, portavoz de la Aemet, destacando que antes de 2022 ningún año había alcanzado una media de 15°C, y ya son tres consecutivos.
Un año húmedo, pero irregular
La media de precipitaciones en la península fue de 669,1 litros por metro cuadrado, equivalente al 105% del promedio habitual (1991-2020). Sin embargo, las lluvias no estuvieron distribuidas de manera uniforme. Mientras que en Baleares las precipitaciones fueron normales, el sureste peninsular se mantuvo seco y Canarias registró apenas 138,8 litros, convirtiéndose en el año más seco desde 1961.
En provincias como Valencia, la irregularidad de las lluvias fue extrema. Por ejemplo, en Turís cayeron 771 litros en solo 14 horas durante una Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA) devastadora entre el 28 de octubre y el 4 de noviembre. Este evento dejó 223 fallecidos, 215 de ellos en la Comunidad Valenciana, y se posicionó como una de las 10 catástrofes climáticas más costosas del año a nivel mundial.
Sequía persistente en algunas regiones
A pesar de las lluvias, en Alicante, Murcia, Almería y Canarias las precipitaciones acumuladas no alcanzaron el 75% de lo habitual, manteniendo allí la sequía. Por estaciones, el invierno y la primavera registraron niveles normales de lluvia, el verano fue muy húmedo y el otoño, húmedo. Sin embargo, noviembre y diciembre se posicionaron como los segundos más secos del siglo XXI.
Temperaturas récord
Aunque algunas personas percibieron 2024 como un año más fresco, los datos contradicen esta sensación. Los últimos tres años han sido los más cálidos desde 1961, y todos los 10 años con mayor temperatura media han ocurrido en el siglo XXI. En 2024, enero, agosto y noviembre fueron los meses más calurosos registrados hasta la fecha.
Por regiones, el año fue extremadamente cálido en gran parte del este, centro y sur peninsular, así como en ambos archipiélagos. Incluso el observatorio de Izaña, en Tenerife, registró su año más cálido desde que comenzó a operar en 1916, alcanzando máximos históricos en temperaturas máximas, mínimas y medias anuales.
Un reflejo del cambio climático
Según Rubén del Campo, 2024 ilustra de manera clara los efectos del cambio climático: temperaturas extremas y un ciclo hidrológico más intenso, con lluvias torrenciales y olas de calor prolongadas. Durante el verano, se contabilizaron tres olas de calor, sumando 22 días con temperaturas extremadamente altas, mientras que no se registró ninguna ola de frío ni el invierno pasado ni en lo que va de este año.
La interacción entre un océano más cálido y una atmósfera con mayor capacidad de retener humedad crea condiciones propicias para fenómenos meteorológicos extremos, como las lluvias intensas que marcaron este 2024.