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14-03-2025 Vol 19

Exitosa misión robótica doble para la exploración comercial de la Luna

Un cohete Falcon 9 ha lanzado con éxito dos módulos robóticos privados, uno de origen estadounidense y otro japonés, con el objetivo de recopilar datos de la superficie lunar y allanar el camino para futuras misiones al satélite terrestre. El despegue tuvo lugar este miércoles a las 7:11 de la mañana (hora peninsular española) desde el Centro Espacial Kennedy en Florida, Estados Unidos. Esta misión marca el inicio de una serie de proyectos lunares planificados para 2025.

Tras el despegue, el Falcon 9 completó con éxito el aterrizaje de su primera etapa, mientras los módulos robóticos fueron liberados en órbita terrestre. El primero en desplegarse fue el módulo estadounidense, aproximadamente una hora después del lanzamiento. Minutos después, se liberó el módulo japonés, ambos iniciando trayectorias independientes hacia la Luna.

El módulo estadounidense, conocido como Blue Ghost y desarrollado por Firefly Aerospace dentro del programa CLPS de la NASA, tiene una misión de 45 días para llegar al Mare Crisium (Mar de las Crisis). Allí permanecerá 14 días realizando diversas pruebas científicas, como perforaciones del subsuelo lunar, recolección de regolito, evaluación de sistemas resistentes a la radiación y mitigación del polvo lunar. Se espera que aterrice de manera autónoma a principios de marzo.

Por su parte, el módulo japonés, denominado Resilience y fabricado por Ispace, tiene un cronograma más extenso, tardando casi cuatro veces más en completar su misión. Durante su trayecto y estancia en el Mare Frigoris (Mar de Frío), desplegará un microrrover llamado Tenacious, diseñado para recolectar muestras de polvo lunar que serán compartidas con la agencia espacial estadounidense. Este módulo incluye mejoras significativas tras el fallo de su misión anterior en 2023, cuando un problema en un sensor de altitud causó su colisión con la superficie lunar.

Un impulso a la exploración comercial y la economía espacial

La NASA continúa colaborando activamente con empresas privadas a través de contratos que respaldan el programa Artemis, cuyo objetivo a largo plazo incluye llevar astronautas a la Luna en 2027 y establecer una base permanente en el polo sur lunar, donde se estima que existe una cantidad significativa de hielo de agua, recurso esencial para futuras actividades humanas.

Paralelamente, Japón busca posicionarse en el creciente sector del turismo espacial y la economía lunar. La empresa Ispace ha proyectado que para 2040 la Luna podría albergar una población de 1.000 residentes permanentes y recibir a 10.000 visitantes anuales. Su meta es liderar la economía espacial mediante la extracción de recursos lunares y el transporte de suministros, experimentos y materiales para clientes gubernamentales y comerciales.

El regreso a la Luna, impulsado por las grandes potencias espaciales y empresas como SpaceX, acerca cada vez más estos ambiciosos objetivos. Según estimaciones de la consultora PwC en 2023, el transporte lunar podría generar un mercado de 350.000 millones de dólares hacia finales de la próxima década.